The Power of Books es una serie de fotos de Mladen Penev, diseñador búlgaro.

jueves, 1 de julio de 2010

Conclusión

Quién está frente al televisor, se ve atravesado por el proceso hermenéutico que implica la interpretación contextualizada, la asimilación y la incorporación de mensajes y recursos simbólicos.
La educación es un proceso de formación humana en el que los medios de comunicación juegan un importante papel emitiendo contenido simbólico. A través de la forma hermenéutica, los jóvenes adquieren los mensajes y los acoplan a sus rutinas y a su idiosincrasia. Este flujo de asimilación de la información caracterizado por la intervención e influencia mediática, es un elemento constituyente de la cultura moderna y consecuencia de ella.
Hay que entender a la mediatización como componente de la vida humana, como un factor determinante en su configuración, que altera las prácticas sociales, los movimientos y contenidos de información, las rutinas y costumbres, que con su capacidad expansible se extiende a través de las fronteras regionales para instalarse de forma definitiva y permanente en la cultura, una cultura entonces mediatizada, de la mano del creciente y fetichizado uso de la tecnología. Es necesario comprender cómo este fenómeno interactúa con la educación (vista como el proceso expresado anteriormente), y esencialmente en la juventud, en una generación que creció de manera conjunta al crecimiento tecnológico, por lo cual, adquiere en ella mayor relevancia que en otras generaciones.
Ya que como habitantes de la cultura mediática somos parte de ella, es fundamental tener la certeza de que ni la globalización ni la tecnología son las soluciones a los problemas sociales de desintegración y desigualdad, sino separarla de esta utopía y verla como una herramienta más, cuya eficacia es capaz de simplificar ciertas actividades, como por ejemplo en su funcionamiento de complemento en las rutinas, o en la incorporación de éstas al sistema educativo. Asimismo, no debe olvidarse que no toda la población mundial es parte de la globalización y posee el mismo acceso a ella, por lo cual, hay que des-fetichizarla y no colocarla por encima de otros valores, teniendo en cuenta que el proyecto global no siempre integra sino que también margina.

Pilar Mora Viera

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